domingo, octubre 29, 2006

“Las cosas importantes de la vida”

Cuando una grave enfermedad acecha a un ser querido, no cabe duda que la experiencia no es sólo para él, sino para todos los que lo rodean.

Desde que se detecta, empezamos a aceptar que nos queda todo un camino que recorrer juntos y afrontar el desenlace, ya sea el más deseado o el más temido.

En cualquier caso, es el amor, el aprecio, la fortaleza de cada cuál la que participa para hacerse un UNO para con todos.

En esta meditación, reflexión personal, me pregunto: ¿Y por qué a él? Pues sinceramente os digo, que poco tiene que experimentar para aprender este gran muchacho. Es integro, buena persona, buen esposo, padre, amigo y cuñado…. Desde el primer día que me lo presentaron pude ver la clase de luz que irradiaba.

Ahora, con su ejemplo de dignidad y entrega, es el encargado de volver a unir esta gran familia, todos a una…
Mi hermano, el mayor, con su estremecedora templanza, me dijo: “Gracias por llamar, estas son las cosas importantes de la vida, lo demás, son tonterías” Y es de este modo, como este chico, al que dicho sea de paso, he querido siempre, nos brinda la posibilidad, de que los demás sigamos “creciendo”.

Ayer, hablando con Carmen, su esposa y mi hermana, me comentó: “Él lo vive como una experiencia para unirnos más, porque el trabajo ya no es lo prioritario, sino la vida en común…” Y es que tan sólo personas de su categoría, aprenden tan rápido. Los demás, los que estamos en su entorno, aún nos queda mucho para ser como él, y quizás por eso, Dios eligió a Manuel.

Desde aquí, con toda la fe de la que soy capaz, a los creyentes les pido una oración, y a los no creyentes, sus mejores pensamientos…

Va por mi amigo, mi cuñado, mi hermano: DE ESTA SALIMOS!.. y ya sabes lo mucho que te quiero.

sábado, octubre 28, 2006

Nuestros Lutos

Todos, por ser “expertos” en su padecimiento, hemos oído hablar del temido LUTO.

Según algunos estudiosos se compone de tres fases bien diferenciadas:

- La primera, No aceptación de la pérdida. “No me lo termino de creer”
- La segunda, el dolor
- La tercera, aceptación positiva de lo ocurrido.

El ciclo de la vida, se inicia con el duelo del nacimiento y termina con el de la muerte. Cuando nacemos, nos vemos “obligados” a abandonar el vientre materno para pasar a vivir en un medio hasta entonces “desconocido”.
Pasamos las etapas futuras adaptándonos a las constantes fluctuaciones internas y externas, para al fin, despojarnos del cuerpo en la muerte física.

Así es la vida del ser humano, un constante cambio, etapas que alternan pérdidas, superaciones y ganancias. Cuanto más nos “insista” esta vida en la práctica de superación de lutos, lo que estará promoviendo, es una mayor conciencia de nosotros, de nuestros recursos, valores y defectos. Iremos adquiriendo capacidad de adaptación para las futuras realidades.

Muchos se empeñan en establecer plazos mínimos o máximos de tiempo para estos procesos, cuando es evidente, que cada cuál, por ser distintos en conciencia, madurez, recursos, creencias y circunstancias, tiene el suyo propio.

En lo que sí coinciden todos, es en la importancia de completar la experiencia, pues si nos saltamos alguna de estas tres etapas, aunque sea ignorándolas, con autoengaños o sencillamente huyendo, la finalidad, que es sin duda el “volver a sentirse bien”, no se produce.
Es por esto, que aunque aparentemente la situación esté superada, en el momento en que ocurra cualquier otra pérdida, por muy insignificante que esta sea, el dolor del luto volverá a aparecer con mayor intensidad de la que por su causa pueda corresponder.
“Dejar de hacer las tareas del presente, significa acumular trabajo para el futuro”

Otra anotación importante es que, sea como fuese, hay que tomar la verdadera conciencia y tener el auténtico propósito de la superación.
De lo contrario, corremos el riesgo de “perdernos” en fantasías que ignoren la pérdida, o escondiéndonos tras drogas u otro tipo de abusos, (”nos quedaríamos colgados en el pasado” no superando la 1ª fase) o bien, pasar del dolor, sumamente sanador, al sufrimiento enfermizo. (Por ser un círculo cerrado de emociones: autocompasión, culpas, miedos, temores… con la alta probabilidad de “engancharse” a él y perder toda la visión objetiva para la cura).

Por lo tanto, superar una perdida no es otra cosa, que haber aprendido a: decir adiós a algo que ERA, para poder adentrarnos en lo que es.. y dejar paso a lo que puede ser…

El otro día, un amigo escribía acerca de su experiencia personal sobre el Luto. Hablaba de su separación y entendía que “guardaba luto por respeto” a su ex esposa y a sus hijos. El Luto no es un respeto a alguien, en todo caso es un respeto a uno mismo. Antiguamente nos vestíamos de negro ante la pérdida de un ser querido, según la costumbre, por respeto… y yo pregunto: Al difunto o al pueblo? Pues si querían respetar al difunto, no habría sido mejor en vida?

Lo que intento decir es que el luto no es un estado impuesto por respeto, sino un proceso de adaptación a las nuevas circunstancias, y esto conlleva romper con miedos, con formas de vidas anteriores, con objetos materiales para por fin, llegar a sentir que somos capaces de vivir sin el ayer, atreviéndonos a ver que las formas cambian pero lo esencial permanece, y mientras así ocurra, no sólo estaremos marcando nuestros senderos, sino adentrándonos en la felicidad. (Por supuesto que esto lleva su tiempo.. pero no tardamos más porque estamos respetando a nuestros muertos… sino porque nos cuesta aprender a vivir sin ellos.. y sin lo que su compañía significaba en nuestro entorno…)

"Cada día nos entrega un mundo maravilloso de posibilidades que se pierden en la noche para renacer ante el fuego del nuevo amanecer."

lunes, octubre 23, 2006

Mi Amiga


Tengo una amiga del alma, se llama Amparo.

Podría deciros que es mi hermana, no de sangre en esta vida., pero si es que existieron otras, creo que ya hemos pasado por todos los estados familiares posibles.

No existe en este mundo alguien más persona. No existe, os lo garantizo, mayor honestidad que la suya. Bueno, quizás si, es más, puedo hablar de más… pero.. ya lo haré en su momento… La diferencia fundamental es que llevo prácticamente toda la vida cerca de ella. Qué suerte la mía.!!!!!!!!

Hoy he recibido su correo y el alma volvió a abrirse.

Estamos algo distanciadas, pero sólo es un paréntesis a veces es necesario, pues nos habituamos a apoyarnos de tal manera que el crecimiento se frena y como somos personas dispuestas a ser cada vez menos “gruñonas”, de algún modo, esto es preciso, Pero la amistad, el saber que está ahí pase lo que pase, no cesa ni se relaja nunca.

Desde esta mañana quería escribirle, lo hice al instante, pero se me quedó algo fundamental en el tintero y además, quería presentárosla.

Cada cosa que escribo, cada paso que he dado en mi vida, cada buen o "mal" recuerdo que aparece… está ella …. Siempre…. Qué suerte la mía!!!

En lugar de coger hoy el teléfono, al que tenemos castigado por un tiempo.. he preferido este medio, “público” y “duradero”, para decirle

GRACIAS…

MIL MILLONES DE GRACIAS…

ESTOY EN DEUDA CONTIGO…


sábado, octubre 21, 2006

Añoranzas

El día ha amanecido más claro. Las nubes algodonadas adornan el azul intenso del cielo. Ha dejado de llover.

La ropa tendida en las azoteas, su olor a limpio, la atmósfera ligera, contribuyen al estado de sosiego.

Pero, hay algo en mi que sigue dando vueltas en la cabeza, en el corazón. Algo, que siempre me hace estar alerta. No consigo calmar mi sed.

Hoy mi hijo se ha ido, volverá mañana. Como siempre, reaparece la melancolía: "Este niño se hace hombre, y yo... me hago mayor..."

Tantas horas dedicadas a su protección y educación. Tantas noches pensando y meditando mis errores. Tantos días en el propósito de "poder ser mejor"...

Desde el mismo instante en que nació, logró amarrar mis pies a la tierra, de tal manera, que aunque soy soñadora y romántica, su vida pasó a ser mi única realidad.

He seguido siendo yo, he hecho un ámplio paréntesis que me ha permitido madurar y crecer interiormente. Tanto tengo que agredecerle, que hoy, haciendo la cama, me vino la sensación de que mi vida estaba colmada de "aprendizajes" y de senderos internos...

Sin embargo sé, que todos estos pensamientos son pasajeros y que en la vida, hasta que no nos llegue la "santa hora" de abandonar nuestro cuerpo, poco es lo que está escrito y muchas las decisiones que deberemos seguir tomando.

A veces el cansancio hace de las suyas, y es entonces cuando acudo a aquel rincón de mis lloros, mis libros, a algún amigo... pero en este caso, sólo consuela lo que no se tiene: Aquella persona que dejamos dormida en el recuerdo de otra vida, la que todos anhelamos y rara vez encontramos (La experiencia me dice que no hay manera dar con ella, pero no voy a dejar de creer en que algunos si lo consiguieron, y no voy a perder la esperanza de que algún día también me suceda a mi..)

Son tantas las facetas de nuestra alma, tanto el cariño que podemos llegar dar y tanto el que ansiamos recibir!!

En alguna ocasión, te encuentras con alguien dispuesto a dar cariño, pero no nos llega lo suficiente. Qué complejos somos!!!

Podemos incluso llegar y.. hala! le colocamos a cualquier idiota la ilusión del amor, y sin embargo, cuando aparece alguien dispuesto a regalarlo.. No podemos... le viene grande!!!!

Creo que esto, es porque el idiota no pone resistencia y el "normal", sabe lo que es y a donde va... Es enconces cuando te enfrentas a la realidad de si lo aceptas tal cual, porque "tiene que ver contigo", o no. Claro, aquí no caben falsas ilusiones, ni falsas espectativas. Lo que está en juego es saber realmente si se está dispuesto o no.

Os habréis dado cuenta de que hoy, lo que echo de menos es la mano de algún viejo amigo. Uno de esos que nos quieren a pesar de nuestra complejidad y de nuestros defectos, uno de esos a los que adoramos porque sabemos que no son precisamente perfectos.

Esto es lo más cercano al amor que yo conozco, y es por esto que aún, sigo creyendo que quizás, algún día.....

jueves, octubre 19, 2006

ALGO REAL

Alguien, que aprecio mucho, repetía en su conversación el término "REALIDAD"; "Quiero ser Real"; "Hay que ser realistas" o algo parecido. En cualquier caso, nombró lo que me inspira para hacer una nueva reflexión sobre este término, que siempre nos aborda de una forma impetuosa y que dificilmente somos capaces de digerir, por que la REALIDAD, como tal, solemos verla sólo en su vertiente más oscura.


Uno de mis "descubrimientos" más importantes, fué tomar nota escrita de que el sentimiento, por muy justificado que esté, no lleva la razón implícita y sin embargo, lo que sentimos es real, pues lo estamos viviendo en ese preciso momento, a pesar de no darnos cuenta de que la perpectiva "emocional" siempre llega a confundirnos.

Os voy a contar una historia, quizás así podais verlo mejor:

Esther estaba desesperada. Su marido, enfermo desde hacía seis meses, descansaba en su sillón, en aquel rincón de la pequeña sala de estar. Manuel, era aún capaz de sonreir, con esa expresión que sólo tienen las personas que anduvieron su camino con toda la honestidad de la que fueron conscientes. Esa sonrisa que transmite la paz interna del que sabe que trabajó a diario por hacer que los días de sus seres queridos fueran lo más repletos posibles.

De repente, su esposa, decidió llamar a una inmobiliaria: venderían la casa. No podían vivir allí. Era demasiado grande, tenía escaleras y Manuel hacía tiempo que no podía subir. Había tenido que poner en el salón la cama, lo que resultaba terriblemente incómodo a Esther..."no puedo con este desorden"... y sin más pensamiento que éste, con todo el sufrimiento escondido tras "su orden", tomó la decisión de "sus vidas"

María tuvo la oportunidad de conocer a ambos un sábado a media tarde. La vendedora, observó aquel lugar: Una casa preciosa, grande, pero cargada de muebles, flores, cuadros, lámparas, figuras... No había espacio para un solo alfiler, y acostumbrada a ver viviendas se dijo´: "Dios, como puede alguien esconder su vida tras tantos muebles!!!" Pensando esto, Esther le "confiesa" su mal estar:
"No puedo tener una cama en el salón, lo entiendes?
No quiero dejar esta casa, pero mi marido no puede subir las escaleras, no sabes la pena que siento al venderla. Todos mis muebles, todo el tiempo que le he dedicado, y ahora, ya ves, me tengo que ir a otro lugar, más feo, más caro y a volver a decorar..." Todo esto lo contaba con cierta "rabia" contenida..
La vendedora, mientras tanto, observaba la otra parte de la "realidad". Miraba a aquel pobre hombre sonriente a pesar de los pesares... lo que le hizo pensar si realmente eran las escaleras, la cama o la "ceguera" de Esther la que les "obligaba" a irse de alli.

A los dos meses, la vivienda cambió de dueños, y a los dos dias siguientes, Manuel falleció.

Esto no es un cuento, ocurrió, yo lo ví, lo viví.
Hay cuatro realidades diferentes en todo el relato.
Muchos de vosotros opinareis como yo, habria sido mejor haber estado más pendiente de la realidad que realmente merece la pena, en este caso, acompañar a Manuel en su tránsito, sin distracciones. ¡Qué más daba la cama, las escaleras, el tamaño de la casa!

Cada cuál, que entienda lo que le venga bien. Por mi parte, prefiero siempre "agarrarme"a los sentimientos de amor y amistad.. pues es la única realidad que me sirve para continuar viviendo..

Un beso a todos los que dedican parte de su tiempo a leer estas reflexiones.




miércoles, octubre 18, 2006

Prohibido el paso, Soledad


Hija del Sr. Abandono
Madre de Tristeza
En las oscuras noches,
Demuestras tu destreza


Acechando corazones
Rendidos a su suerte,
Desvalidos en lamentos,
Tejes sus lechos de muerte


Pero hoy no es tu día,
Te descubrí embustera,
Ha llegado mi aliado
Caballero de la Espera


Jinete de esquino alado,
Tu nombre al fin borrado,
Soledad que te vas sola,
Porque Amor ha llegado

martes, octubre 17, 2006

Anotaciones

“No se olviden nunca de pensar y soñar.., pero sobre todo, no olviden pensar en lo que sueñan.., y sentir lo que piensan….”

Corazón, capacidad para entender los sentimientos ajenos;

Amor, instrumento divino por el que los corazones crecen;

Alma, cantidad de Amor que un Corazón alberga..

domingo, octubre 15, 2006

Raices

Me hablas de raíces.., y me suena diferente….

Lo que yo entiendo por raíces, es uno mismo…lo que se lleva dentro…la esencia de ser… lo que no desaparece… lo que nadie puede robarnos...

Por eso, cuando dices haber perdido tus raíces... no puedo evitar sorprenderme…y contradecirte….

Para mi la raíz no tiene adornos, ni flores… pero tiene vida y genera vida… es el instrumento de Dios para unir el cielo y la tierra…. Eres tú… tu esencia… tu interior…libre de toda educación o proyectos ajenos… y eso nunca se pierde….

A lo largo de una vida, las flores nacen, se reproducen… mueren.. renacen…. Pero la raíz… permanece haciéndose más grande, más fuerte….

Tú no has desaparecido… tu raíz tampoco….hay días de sol… y de lluvia… cambios externos…y la raíz… sigue….

Esto es un pequeño apunte… te diría mucho más… pero basta por hoy si con esto puedes “darte cuenta” de que cada raíz es única, y que dará otras… también únicas…e independientes entre si…

No importa como seamos de diferentes… ni como cambie el aspecto externo de lo que nos rodea… la vida está en nosotros… en cada uno… y eso es lo bello de vivir… retomar la conciencia de todo lo que hay dentro y no fuera de nosotros…

La Tristeza

Hay sentimientos que no pueden relatarse, ni tampoco deben contarse. Se identifica como esa sensación de vacío en el estómago acompañada de leves palpitaciones que da la tristeza del no ser correspondido.
No quiero contarte que cuanto más estoy en tus asuntos, cuanto más entiendo tu realidad descubro que más lejos estás de ti, y que todo esto no me sirve en la actualidad para nada. Es la continua espera del que lo hace con conciencia y sin el sufrimiento de la emoción, pero que no puede evitar sentir… eso… tristeza
No me gusta tu forma de andar la vida, aunque sé proyectar tu futuro, y desde esta andadura, soy incapaz de verme en él. Es un sentimiento cargado de realidad, de esa realidad que no duele, pero que nos arrastra hacia nuestro interior, a un encierro del alma para con uno mismo, a una desconfianza de lo que el otro dice…me provoca ese alejamiento de ti…

Hoy una amiga me dijo que tenía “los ojos serios”, y es que tengo seria el alma, seria mi mente y serio el corazón. No hay nada de ti que me llegue con sinceridad, no hay nada de ti que me diga que me quieres, todo lo que se ve es la necesidad que sientes de que alguien te ayude a escapar del sufrimiento.

Ya sabes que esta relación me ha servido para madurar, para confiar más en mi, y por esto no estoy hundida, pero también por esto, puedo ver con la distancia necesaria y con la objetividad del que no se pierde en lamentaciones,… y lo que veo es Nada,,,, nada,,,, nada,,,, que nos una….

CUANDO NOS SORPRENDE LA VIDA


En no pocas ocasiones hemos experimentado los continuos cambios a lo largo del camino, esos que siempre hacen que se tambalee nuestro corazón y nuestra mente. Hasta ahora, siempre recordamos los que ocasionan dolor, tristeza, desilusión, perdida, frustración.


Cuando al intentar construir, proyectamos un mundo nuevo, el nuestro, se asoma el pasado con su pesada carga… y entonces intensifico el valor, pretendiendo aligerar de peso el nuevo camino que vamos trazando… pues nunca nadie lo recorrió… nadie… por ser solo nuestro….

Cuando invento y arriesgo… estoy olvidando mis malas experiencias, e invirtiendo mi conocimiento (lo único que quiero del ayer) en lo que ha de venir, lo que ya está llegando…

Es por esto, que cualquier atisbo de cobardía o falta de valor, hace que sienta el terror de lo ya conocido y el temor de retroceder sobre mis pasos y volver irremediablemente al mundo interior que ya anduve… y a la frustración de no expandirme, de no crecer hacia fuera….
Si hablamos de tiempo, hablemos… no hay prisa... el camino no depende tanto del tiempo en sí, como del sentido que queramos llevar….

Disfrutando en Soledad


Desde joven he tenido la necesidad de apartarme de los demás.

Jugaba sola en numerosas ocasiones, me encantaba estar concentrada en lo que hacía, no me gustaban los ruidos y adoraba el sonido del silencio…

Era tímida, pero no obstante, me gustaba la interpretación, la música, el deporte… Quería a mis compañeros de clase, pero siempre “intuí” que no era como los demás…

Cada palabra que se decía, cada comunicación entre otros, la canalizaba como un torbellino de emociones, sabía lo que realmente cada uno sentía e intentaban transmitir, pero que resultaba evidente que no podían.., o no querían…

Esto hizo, que con el tiempo, supiera que las palabras, con toda su fuerza, no siempre engloban los sentimientos del que las usa. Podía sentir el abismo existente entre el corazón del orador y sus limitadas palabras. Observaba sus gestos, cada uno de ellos, totalmente coordinados entre si, que daban aquel mensaje libre de confusión, pero tan oculto tras esa expresión verbal…

Esta limitación humana, nos ha llevado desde niños a ir perdiendo el verdadero don y sentido de la comunicación y a ir confundiendo lo que realmente es, con lo que se pretende o se teme llegar a ser…

A medida que “dominamos” el lenguaje de los léxicos, de algún modo, nos vamos apartando del verdadero entendimiento de los distintos corazones….

En esta larga andadura, he llegado a la conclusión (momentánea no lo dudo) de que tenemos que reaprender, esto es, debemos filtrar lo que pensamos (producto de la andadura por esta tierra), con lo que intuimos (aquello que nos da cosquillas en el estómago.. nos pone los pelillos de punta.. ) con lo que sentimos, a través de su centro en el corazón…

Ayer viendo una gran película clásica, con muy buenas frases por cierto, un tal Baltasar, le responde al protagonista, que aturdido ante la cruel muerte de Cristo, dice: “y todo para este fin?” - “NO, TODO, PARA ESTE PRINCIPIO…”

Y es que aún… a estas altura de la vida, siento que no hayamos empezado…

Conocerse

En ocasiones sentimos una incomodidad al ver nuestros propios pensamientos escritos. No sé si os ha ocurrido alguna vez, releer un escrito y daros cuenta, o bien, de lo lejos que estabais del verdadero sentimiento y que cerca de la emoción, o descubrís un acierto indiscutible... con el que tampoco os identificáis demasiadoHay textos escritos por vuestro propio autor que nacen de vuestra parte más madura e intuitiva.. y otros corresponden más con los anclajes del pasado, esas sensaciones que, lejos de la realidad del presente, se apoderan del hoy... y nos arrastran hacia tempestades irracionales que provocan un malestar y un vacío insaciable.Cuando hablamos de madurar, unas veces lo sentimos como la facultad del aprendizaje en el crecimiento, lo que nos provoca cierta satisfacción y otras, lo relacionamos como la carga pesada por la cual perdemos la “ilusión” o mejor dicho la “esperanza” para soportar de algún modo el proceso de la espera, ese proceso con el que sin duda, vamos adquiriendo la famosa Templanza (Conjunción de Sabiduría y Paciencia)El por qué podemos transitar de un lugar a otro, esto es, la causa de por qué a veces nos sentimos felices con nuestro crecimiento y otras “desolados”,... por qué unas veces encontramos cualquier motivación... y otras... ni el mejor compañero del mundo puedo ayudarnos... es porque realmente, si no existiesen esos procesos alternativos, no estaríamos aprendiendo la Sabiduría y la Paciencia.... Se me viene a la cabeza ese refrán tan nuestro, de la La paciencia es la madre de la ciencia.... El conocimiento... sin paciencia no se dá... por lo que vamos alternando estados de “euforia”, actividad (experimentamos... conocemos...) con periodos de “tranquilidad” (aunque obligada en muchas ocasiones) para poder ir “asentando” y asimilando en la magnitud de este tiempo.. el espacio que vamos recorriendo..

Repeticiones

Tengo que plantearme nuevamente objetivos personales. Me veo alentando a los demás y por mi experiencia y miedo raíz, me encuentro en la tristeza. Nadie es responsable de ella, sólo yo, aunque es sensato pensar que no por esto es menos justificada.Cuando alguien, por inercia, tiende a estar en los demás, se olvida de uno mismo, y esto conlleva la inseguridad, el malestar general, la tristeza, el pesimismo y merma la posibilidad de que lo externo sea favorecedor para la ejecución de los proyectos. Reaparece la “desgana” y todo toma una dimensión estrecha y mediocre.El camino del encuentro, es realmente maravilloso si no nos olvidamos de seguir andando el camino de la autodependencia, el de uno mismo. Esta teoría, tan conocida en su planteamiento, es realmente difícil de llevar a cabo. Los seres humanos tendemos, desde nuestro nacimiento, a vivir de la energía de los que nos rodean, y “aprendemos” las pautas de comportamiento más idóneas para este fin dentro del seno de nuestra familia. Estas pautas nos acompañan de por vida, y hemos de averiguar, llegada la edad adulta, de cuando nuestra actitud es propiamente nuestra y cuando adquirida.En la relación de parejas, amigos, compañeros o familiares, esta “actitud vampirizadora” se proyecta en unos casos como charlas o silencios, siendo el malo o el bueno, comiendo o no, enfadándonos o estando alegres. En cualquier caso, todas ellas llevan implícito la necesidad de ser “atendidos” por los demás. No es difícil entender esto, nuestros hijos son un fiel ejemplo de cómo llegan a agotar todos nuestros recursos,, y aprenden, sin que apenas nos demos cuenta, cuales son nuestras debilidades y de qué manera atraer nuestra atención como si fuesen lo único en nuestras vidas, exigiendo la exclusividad de cariño y dedicación.Para averiguar el punto de partida de esta historia, es aconsejable activar la memoria y hacer un viaje por nuestra infancia y la de nuestros padres. En otras ocasiones, bastaría con reconocer que en cada momento del día, necesitamos “ser aceptado” “ser queridos” y “extrañados” “necesitados” por quien amamos, en resumen es la “necesidad de que nos acepten incluso en nuestros defectos”, porque es precisamente en ellos cuando tenemos dificultad para aceptarnos a nosotros mismos