miércoles, agosto 15, 2007

Perfume y olor a tabaco



Amanecía en las callejuelas céntricas de Sevilla. Mezcolanza de culturas del medievo y progreso. La mañana del temido agosto me regalaba un aire fresco que me embriagaba de recuerdos.

Lo vi a mi lado, como cuando niña, apoyando su mano en mi espalda mientras sujetaba suavemente con su índice y pulgar mi pequeña nuca.
Percibí el olor a tabaco rubio, su paso lento, su clase, la sonrisa del orgullo paterno que le hacía descubrirse con saludos llenos de simpatía a diestro y siniestro: “Esta es la quinta, hay otra más pequeña y ya veremos…”
La placidez de su rostro, reflejo de su alma, las miradas “controladoras” hacia el resto de la prole, hacían que me sintiese tan protegida como segura.

………………………..

Y pasaron los años, los cortos pero anchos años, repletos de meses, semanas, días, horas, segundos y de acontecimientos previstos e imprevistos…

…………………………

Finales del mes de mayo, por entonces me tocaba cumplir los 18. A la salida de clase, como ya era costumbre, me dirigía al pequeño local de encuadernación y con cierta timidez preguntaba: “Algún libro para coser?”
Y allí, ante el telar, con aguja y tansa, enlazaba los fascículos que mi compañero culminaría en tomo enciclopédico…(15 pesetas por tomo!!! Todo un logro..!!!)
El olor a cola, a papel estucado. El sonido de fondo de la vieja radio. El silencio embaucador que estimulaba mi pensamiento adolescente, cargado de preocupaciones familiares, de amores desmedidos… Al unísono, todo fue interrumpido por una frase: “Tu padre quiere verte”….

Volví a la tierra o quizás me alejé de ella. Su figura ante la puerta, traje claro, corbata, sonrisa enternecedora, sus ojos claros y yo..
Un perfume en las manos que me entregaba junto a un “Felicidades hija“

Paralizada, emocionada, sorprendida, no pude mediar palabra. Mis ojos sujetaban su mirada y quise decirle tanto que nada dije.
Grabé su imagen para siempre, como si alguien me avisara de que era nuestro último encuentro a solas…

Aún me pregunto, si él lo vivió con la misma intensidad que yo…si pudo saber cuanto le quería, cuanto se lo agradezco y cuanto le quiero.


Y van veinticinco años y aun, al escribirle…
Como me hubiese gustado que conociera a sus nietos…!

Ahora soy madre y si bien me "ocupo" como cualquier padre de intentar medir sin éxito la cantidad de amor que siento por mi hijo, me pregunto si nos paramos a pensar cuánto nos quieren ellos a nosotros, si somos conscientes de la importancia de este sentimiento…
A pesar de nuestros defectos, errores, incoherencias. A pesar de su juventud, de sus prisas por vivir, de su dificultad para expresarse tal y como nos gustaría, ellos nos quieren más allá de lo entendible, más allá de lo humano…y más allá de la muerte…

25 Comments:

Anonymous Anónimo said...

esta vez me haces mojarme los ojos, cielo,

beso,
amor

12:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nos quieren pero no son conscientes, ni tienen tiempo de serlo porque viven el momento. Lo importante es que nosotros lo sepamos.

4:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cuando uno empieza a pensar, pierde la espontaneidad.
Un beso. Camilo.

4:32 p. m.  
Blogger El Secretario said...

Queremos (a nuestros padres). Nos quieren (nuestros hijos). Pero hay veces en que es difícil, no sé por qué, demostrarlo. Sobre todo cuando se llega a una cierta edad. Es difícil de explicar; después nos damos cuenta de que no se ha demostrado el cariño como se lo merecían. A veces, demasiado tarde...

10:14 p. m.  
Blogger APARTAMENTOS EL VALLE said...

dedico el poco tiempo que tengo con mi niño de brindarle todo el amor que puedo y disfrutro con el los mejores y "nuevos" momentos para que sea feliz y yo serlo también, lo demás viene por añadidura...

4:30 p. m.  
Blogger Oswaldo Aiffil said...

Hola querída Sarsillo!
Es nuestro deseo que nos quieran a través del tiempo, pero sólo el tiempo lo dirá. Uno siembra querída Sarsillo, ya Dios dirá cual será la cosecha. Bonito relato, todo tú. Un besazo maja!

6:55 p. m.  
Blogger Marlu said...

Pues yo tambien me he emocionado, como "amor". Es cierto lo que dices, y es hermoso. Hay cierto tipo de amor tan dulce y sereno que traspasa el tiempo y nos llena de ternura.
Un beso sarsillo.

10:34 p. m.  
Blogger Jorge Gálvez said...

Mis ojos se encharcaron cuando leí lo de los hijos. Dicen que soy el amor de mi niña, que tiene once. Vivimos solos y soy el objeto de sus celos. El de ellos es un amor pintado de miedo y otras emociones. Creo en el lenguaje sin palabras, el de los gestos, las sonrisas y los abrazos, hay que dar mucho de esto a nuestros hijos.

6:21 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

He visto esa imagen de tu padre, y a tí, y sin conocer a ninguno de los dos me he emocionado.

Estoy convencido que pocas veces pensamos lo que nos quieren los demás, familiares incluídos, y es un tremendo error.

Me ha gustado compartir ese pedazo hermoso de tu vida, y la reflexión final.

Un beso.

8:48 p. m.  
Blogger MaryLou said...

A mí también me has emocionado...

Yo creo que decimos poco la palabra te quiero, nos cuesta mucho... Pero sí que notamos que nos quieren, y también deben saber que queremos... Ay que lio!!.

De todas maneras esa reflexión tuya siempre nos la hacemos cuando alguien querido nos falta.

Muchos besos guapa!

1:17 p. m.  
Blogger Le Mosquito said...

Ni leer tus correos he podido (no tengo conexión, ya sabes). Sí tengo unos segundos para enviarte un besazo.
hala.

11:56 a. m.  
Blogger Nerim said...

Y a mi también se me han aguado los ojos. Es verdad nos cuesta demasiado decir te quiero, porque sera?.
Lo que no estoy de acuerdo es repetir la palabra te quiero por que si, como en las peliculas americanas, te has fijado?, nada más se dicen te quiero y luego no se hacen ni puñetero caso.
Un fuerte abrazo
Nerim

7:52 p. m.  
Blogger Arbillas said...

Hola mi querida amiga....

Debes perdonar tardar tanto, no tengo ninguna disculpa, porque no existe nada que pueda disculpar el pasar a saludarte.

Al entrar, entraba con tanto miedo....

La ultima vez, dijiste que querias descansar del blog, y me daba miedo no encontrar nuevas palabras.

Recibe un abrazo y un beso muy fuerte.

4:27 p. m.  
Blogger Ana María said...

Hola amiga:
que alegria que estés de vuelta aunque solo sea de vez en cuando.
Te has superado en este post, has plasmado el amor por tu padre que tal vez con el paso del tiempo has idealizado.

El amor no es siempre igual, no sienten igual todas las personas, es un sentimiento individual, que es diferente segun sea quien lo tiene.

Yo me pregunto si hay que ser de determinada manera para sentir amor o si solo algunas personas hemos tenida la dicha de sentirlo.

En fin, no importa lo bueno es que no has podido abandonarnos y estás con nosotros.

Un abrazo muy calentito.

5:32 p. m.  
Blogger Le Mosquito said...

Ahora sí, Sarsillo. Ya he podido leer esta entrada tan emocionada y emocionante, tan bien hilvanada y magistralmente cosida; como aquelos libros que dejaron en ti unos olores que parecen servir como máquina del tiempo.
Termino de leer tu experiencia y me topo con el título de tu anterior entrada: "Tantos sentimientos como personas". Pienso que sí, que ese también podría haber sido un buen título para esta.
Un beso grande.
;)

5:39 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Mira que me ha gustado tu comentario....

Muchas gracias.

7:42 p. m.  
Blogger Recomenzar said...

Que placer leerte
Jazmines y besos para vos

1:53 p. m.  
Blogger Carolina said...

Hola, que bello lo que has escrito lograste que derrame algunas lagrimas es muy bonito
Tu escrito y disculpa que ande por acá si n ser invitada.
Es tan lindo que se hace difícil no poder pasar sin dejar unas huellitas.
Te dejo saludos y los mejores deseos para ti.
la argentinita

4:53 p. m.  
Blogger Recomenzar said...

Increiblemente bello
Y te seguro que el aroma a tabaco me trae recuerdos anidados en mi alma...

3:11 p. m.  
Blogger Recomenzar said...

Bueno hoy stas conmigo, en mi blog besos

1:36 p. m.  
Blogger Mario de Gea said...

Me gusta tú blog y debo darte la enhorabuena por ello!

Volveré!

Un saludo afectuoso

3:56 p. m.  
Blogger Le Mosquito said...

Uno no olvida a quien piensa con el corasón y habla con los sarsillos.
:)

4:15 p. m.  
Blogger Nosotras mismas said...

Precioso texto.

Besos.

5:58 p. m.  
Blogger Lidia M. Domes said...

Mucho amor y sentimiento en tu relato...

He notado que en la vida el amor se pasa de padres a hijos, de los grandes tomamos, todo, la vida y el Amor...
A los hijos lesdamos... también la vida y el Amor...

Los padres han tomado de sus mayores y nos dieron a nosotros, y siempre un padre SABE cuánto lo aman sus hijos, aunque no medienn las palabras...

Muy bello tu Blog!!!

Lidia

11:24 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La Giralda, la madre de todas las torres, besos

1:15 p. m.  

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