EL VALOR DE VIVIR
Todas las razones, todas ellas las resumo en una, FALTA DE VALOR….
El miedo habla o enmudece, en cualquier caso, nunca acierta, mientras que el valor, incluso en su error, nos da frutos incalculables
Siempre obtuve más beneficios del error que provocó una decisión valiente, que el retroceso que me ocasionó el miedo de permanecer intentando evitar un cambio (por no aceptar que ya había sucedido) o el de andar caminos por otros transitados…
Cansada de encontrar a niños vestidos de hombres, medio hombres, que se olvidaron de su niño, niñas vestidas de abuelas, medio mujeres vestidas de sumisión y pocas mujeres solas buscando los pocos hombres solos..
Me cansé de tanta patraña, me he hartado de tanto respeto por las no conductas humanas
Aquel que ama lo que hace, nunca muere
Amar es nacer y nacer vivir
Estoy algo cansada
De escuchar tanto corazón
Desvalido de su esencia
Vagabundos de mundos
Perdidos de inocencia
Harta de falsos lamentos
De escuchar lo que callan
historias inacabadas
principios sin finales
huidas sin pisadas
No quiero más que decir
Que el temor a decidir
Es falta de responsabilidad
Para querer vivir
El hombre nació con el don
Para usar el libre albedrío
El que decide olvidarlo
No percibe que ya decidió
Pertenecer a un mundo sin color
Ajeno de voluntad
Y carente de compromiso real
NO me vengan a contar
Aquello que ya aprendí
En el entrenamiento de la vida
No hay otra, sino siempre decidir
Aprendí que el error que ocasionó mi valentía
Fue siempre más enriquecedor y fructífero
Que el desasosiego y débito que mi miedo provocó
Aprendí que nada perdura, todo se transforma
Que debo seguir cambiando, andando, participando
No vengan a contarme lo que ya sé..
No me digan que enloquecen por no ser queridos,
aprendan a amar sus vidas,
regándolas de valentía
Dejen de participar en el mundo enloquecido,
Lleno de acomodados en la tristeza
Perezosos disfrazados de desgracia
Que culpan al azar de su desdicha…
Y Cuando llamen a mi puerta,
Por favor, quédense en el salón,
Donde tengo instalado
Un amplio recibidor
No entren en la cocina
Pues ésta es mi pequeño rincón
Donde se cuecen mis sentimientos
Con ingredientes de emoción,
Bajo el calor de la llama
De un gran fogón
En el patio, encontrarán flores, luz y color
Pueden disfrutar el paisaje
Y de algún “canapié” que de la cocina sale,
Pero no vayan a entrar en el lugar
Donde habita el corazón
De esta casa que tanto
Tiempo me llevó
Preparen antes las suyas,
No traigan un zurrón
Pues en la puerta en grande pone
prohibido robar, mendigar y
llevarse la ilusión