Para María

María preguntaba acerca de los métodos para dejar de fumar, sobre la compatibilidad de algunos entre sí, de su experiencia en esta labor que ha iniciado con esa gran determinación y voluntad admirable (La admiro de verdad, porque aún sigo siendo fumadora y me falta lo fundamental… decidirme!!)

Hoy, me acordé de cómo un familiar lo había logrado inventándose su propio método. En mi opinión, fue ésto lo que junto con otras razones lo llevó al éxito de su propósito.

Bien, el método era el siguiente:

Primero suprimió todos los cigarrillos de los que realmente tenía un enganche psicológico. Esto es, si le “encantaba” el de después del desayuno, se decía: “Este no, pero tranquilo, después podrás fumar todos lo que quieras”; Si en el coche su “costumbre” era fumar, volvía a repetirse: “Ahora no, pero cuando bajes, podrás fumar tantos como te apetezcan”

Fue así como sin dejar de administrarse nicotina, fue desechando y rompiendo con el fenómeno de la sinapsis impregnada en su cerebro, fue rompiendo la relación “situación-cigarrillo”

Por último, y me dijo que esto había sido sumamente fácil, fue dejando todos los demás, porque éstos en realidad, no les apetecían…

Su expresión continúa siendo (hace ya más de dos años) “soy fumador, pero ahora no quiero fumar”.
Ha conseguido “reconciliar” las dos partes de su voluntad, la del yo que desea hacerlo y la del que se ha propuesto dejarlo, evitando entablar esas batallas tan difíciles de superar.

En fin, decirte que cada uno, mejor que nadie, conoce el método que puede ayudarle a conseguir su objetivo. Lo fundamental es estar decidido y tener voluntad, que en tu caso, es indudable.

Estoy segura que esta vez, el objetivo ya es tuyo.


Un abrazo