LAS VISITAS DE LOS ÁNGELES

Era media noche, en el comedor a media luz, los hermanos hablaban entre sí, unos contaban algo de un profesor, otros, reían entre bromas… y entonces regresó…

Apareció calmado y sereno, como acostumbraba a hacerlo en otros sueños, su hija, la más "atrevida", se lanzó a abrazarlo entusiasmada:

“Donde estabas? Pero tu no habías muerto? y con paz en el rostro respondió:

”Sí, pero he venido a verte”…


No recuerdo bien que hablamos, sólo aquel cariño que llevo clavado en mi alma, esa alegría y felicidad compartida,. … sólo sé que volvió a despedirse:

- Ahora me tengo que ir….
- Pero…papá ahora? Quédate… no estás bien?
- Y sonriendo… “Ahora sí”

Nunca se me ha borrado su rostro de aquella noche, hace ya 24 años y no ha pasado ni un solo día sin que lo haya sentido a mi lado y sin que le haya dicho “TE quiero”

A los ángeles que vagan por el universo,
en especial a los nuestros,
a los que se sientan en nuestra mesa por Navidad,
por los que brindamos sin nombrarlos,
a los que nos sonríen desde el rincón de la estancia,
en particular, a mi padre,
que trascendió a través del mundo de los sueños,
para hacerme entender lo mucho que teníamos en común…

Gracias, por hacernos sentir queridos,
gracias por hacernos saber que no estamos solos,
por recordarnos, que el reencuentro,
aunque a veces parezca retrasarse, llegará…