El Abuelo

Siempre sorprende, que pocos tramos de la vida se realcen por momentos significativos.
La mayoría de las veces, pasan antes de comenzar, aunque proyectan una luz sobre el futuro y convierten a la persona que los causó en alguien inolvidable.

(Frase sacada de la Película, “Ana y el Rey”)

Ayer visité a mi anciano amigo. Recostado en su sillón, con las piernas agotadas del camino, el semblante cansado, su mirada profunda y dialogante: ”Se acerca la hora”…

Se alejará, sin desvelarme todos esos secretos que su alma guarda, se irá y yo, guardaré su recuerdo en este corazón, que ya empieza a sentir el frio que su marcha deja


Miro su rostro, ojos de sapiencia y consigo acercarme a su valiente pasado, motivo de charlas desmedidas, alimento de·"chismosos", envidiosos de su gran fortuna..

Tan convencido de lo suyo, tan hombre… nos deja, regalándonos su empeño en la cultura, su dedicación a los demás, la comprensión y ese afán de ser querido en la prudencia de no pedir nada, ni siquiera amor.

Discreta es tu partida, y vuelvo a sentirte grande, complice de admiraciones secretas, que a pesar de las circunstancias, defendimos y compartimos en aquel cruce de caminos, ocurrido para andar un trayecto, que ni siquiera era el nuestro, pues era el de ellos, seres de sangre y linaje, engendrados de la nada, para un todo...

Nunca necesitamos perdonarnos, quizás en otra vida, ya lo hicimos. Te sentía de mi familia… Te sentí mio.. Y ahora, querido amigo, en tus ojos y en mis sueños…lo sabemos

Transmitiré toda mi admiración por ti a alguien que amo, al que tu quieres….

Un último deseo, espera un poco más, sólo un poco más, para que pueda explicarte la necesidad de aquella distancia, precisa por el bien de todos…

Porque pasaste por la vida, dejando tus “huellas doradas” decorando corazones, te deseo y sé, que tendrás el mejor de los viajes hacia esa eternidad que de paz, colmará tu alma…